sábado, 3 de diciembre de 2011

EL FOLKLORE POPULAR JABALQUINTEÑO


Comparsa de carnaval en la plaza del pueblo.

Antonio García Sanz

La vida de los pueblos se dilata proporcionalmente al corazón de sus gentes; esas gentes trabajadoras que aún sin saberlo han ido sembrando grano a grano su cultura, en su escaso descanso, para que otros beban ahora los frutos de la cosecha de su tiempo y la presenten, orgullosos, a los demás como joya oculta y apreciada.
Doy las gracias de antemano a mis apreciadas vecinas vecinas: Paula, Pepa, Lucía, Angustias, Lola y especialmente a mi tía Paz y mi querida madre Mercedes que me cantaron tantas veces, entusiasmadas, poniendo a mi alcance gran parte de las letras de estas canciones populares que ahora ofrezco al lector. La mayoría de las coplillas de carnaval y de ruedas pasan de la excelsa memoria de mi amigo Francisco Escudero Soriano, al papel, gracias al amor que ambos compartimos por nuestro pueblo.

COPLILLAS DE ÉPOCA DE MELONARES.

En los pueblos que viven de la agricultura, como es el caso de Jabalquinto, muchos jornaleros pedían prestada al propietario un trozo de tierra para sembrar su melonar. Allí construían una “confortable” choza que hacía de hogar familiar mientras se desarrollaban las matas y crecían los frutos de su sudor. Después vendían los productos cosechados, en este y en otros pueblos vecinos, acarreándolos en cerones con bestias. Los niños y niñas entonaban alegres cancioncillas mientras paseaban por las calles del pueblo las sandías más hermosas, decoradas con dibujos realizados en la corteza con un objeto punzante: sol, estrellas, luna, escalera, números etc. Un canto de vela encendida, introducido en el corazón del fruto contribuía a la iluminación de los penumbrosos rincones del pueblo. Todavía recuerdo como se divertían, mi hermana Marípaz y sus amigas: Lucía Escudero, Lucía López, Estrella Sánchez, Concha Sánchez, Marí Patro Nofuentes, Pepi Martínez, Charo Ortega…

La que más sonaba:

Soy la farolera de la puerta del sol
cojo mi escalera y enciendo el farol
ya que está encendido me pongo a cantar
y siempre me sale la cuenta cabal.
Dos y dos son cuatro
cuatro y dos son seis
seis y dos son ocho
y ocho dieciséis
y ocho veinticuatro
y ocho treinta y dos
ánimas benditas
me arrodillo yo.

Otra decía así:

La calle ancha de san Fernando
tiene una fuente con doce caños
con doce caños de agua hermosa
para las niñas de Zaragoza
en Zaragoza lo que ha ocurrido
es que la calle ancha se ha caído
si se ha caído que la levanten
dinero tienen los estudiantes
los estudiantes no tienen nada
tan solo un plato para ensalada.

LAS COPLILLAS DE LAS RUEDAS

Ligadas a las fiestas religiosas de la Candelaria, San Antón y San Blas, que coinciden con la época de la poda del olivar, entre enero y febrero, los vecinos acarreaban con sus yuntas, haces de ramón, que iban apilando en las puertas de sus casas. Entrada la noche salían a la calle para encender la hoguera y vivir en torno a ella una fiesta vecinal y popular que los mozos y mozas aprovechaban para danzar en la rueda hasta altas horas de la madrugada. Esta situación era aprovechada en ocasiones por los mozos para acercarse a su moza e insinuarle sus amorosas intenciones.

La preferida de todos y todas:

Rio verde rio verde
rio de tantos colores
tantos como el rio tiene
así son todos mis amores.
Que salga la dama la dama a bailar
que salga la dama la de camelar
la de camelar la camelo yo
que salga la dama la dama soy yo.

Las gracietas de los mozos llegaban hasta este extremo:

“Esa que hay adentro échala afuera
porque tiene la pata de cantarera
dale con el “e” con el “e” con el hacha
dale con el “e” con el “e” que no se vaya”.

Bien conocida era esta copla que he podido ver en más de un cancionero popular:

Tiene la tarara un vestido blanco
que sólo se pone para el Jueves Santo.
La tarara si la tarara no
la tarara niña me la bailo yo.
Tiene la tarara unos pantalones
que de arriba a bajo todo son botones.
La tarara si…
Dice la tarara que va a ir de campo
ni tiene vestido ni zapatos blancos.
La tarara si…
Dice la tarara que se va a casar
no tiene vestido ni ramo de azahar.
La tarara si…
Dice la tarara que no tiene novio
debajo la cama tiene un san Antonio.
La tarara si...

Haciendo irónica alusión a los pretendientes:

Un Antonio me lo ha dicho
y otro me lo va a decir:
¡Jesús, con los dos antonios
lo que se acuerdan de mi!.

Esta copla se interpretaba para “tirar los tejos a las mozas”. Un pañuelo servía de medio para la ocasión:

Tiré tu pañuelo al rio
que será muy despreciado
recógelo de manera
por ser de tu bien amado ay, ay.
Así me lo pongo al lado
así a lo bandolero
así a lo sevillano
esta es la mujer que quiero ay, ay.
Que bonita está una parra
con los racimos colgando
más bonita está una niña
con catorce o quince años.
así me lo pongo…

COPLAS DE ENAMORADOS

Rondando alrededor de la lumbre y con semblante tímido, empujados discretamente por los más allegados, la nueva pareja terminaba en el centro, rodeada por todos, girando y girando sin parar mientras se entonaban cancioncillas como esta:

Esos dos que hay en medio
Que parejillos que son
Si la vista no me engaña
El novio y la novia son.

COPLAS DE CALABAZAS

Son coplillas cargadas de ironía de la moza para el mozo; se interpretaban cuando el mozo no era del agrado de la moza, aunque ateniéndonos a la letra parecen no dejar la puerta del todo cerrada a un posible entendimiento.

Eres alto y delgado como el hinojo
Y lo que tienes de alto tienes de flojo.

Con referencia al coeficiente intelectual de algunos:

Eres más tonto, más tonto
Eres más tonto que aquel,
Que llevó la burra al agua
Y la trajo sin beber.

Esta sin embargo trata el tema de la poca delicadeza de los mozos en el trato con las mozas:

Parecen los mozuelos con los abrigos
Burros aparejados que van a por higos.

Estas precisas y breves coplillas, interpretadas alternativamente por ellos y ellas, se mezclaban con el frescor de la madrugada ensalzándose en un debate musical que hacía las delicias de los concurrentes.

COPLAS DE CELOS

A veces surgían disputas entre mozas al compartir gusto por el mismo mozo. De este sentimiento insano nacían también bellas coplillas:

Estoy metida en un pozo
El agua hasta la cintura
Ella de pena se muere
Y yo con tanta frescura.

Esta es de fino ingenio:

Olé María tu novio
Me lo encontré en la carrera
Que venía de beber
Agua de” La Fuente Nueva”.

COPLAS DE LAVANDERAS

Hasta los primeros años de la década de los sesenta no llegó el agua potable hasta los hogares de Jabalquinto. Este preciado y escaso bien se compraba a los “aguaores” por cargas, medias cargas o cántaros sueltos. Los cántaros, recipiente de barro para transportar y reservar el agua, se depositaban en unos sencillos muebles, denominados “cantareras”, que situados en un lugar fresco de la casa, servían para saciar la sed de los que la habitaban. Lavar la ropa mediante cántaros de agua era demasiado caro y las mujeres se desplazaban a pie o en bestias hasta los pilares y fuentes, diseminadas en parajes relativamente cercanos a la localidad: Fuente Nueva, Ventosilla, Pilar Jardín, Palomarejo, etc. En el trayecto se entonaban irónicas y sencillas canciones. La muestra que se ofrece al lector servía para quejarse del mal estado en que se encontraba por entonces el ya desaparecido “Pilar de Ventosilla”, a unos dos kilómetros al sur de la localidad.

Jabalquinto ya no es Jabalquinto
Jabalquinto es la puerta del sol,
a Jabalquinto le falta un detalle
y ese detalle bien lo sabemos “tos”,
que le hagan un lavadero
“pa” que las mujeres vayan a lavar
y el pilar de Ventosilla lo dejen
que está hecho un puro fangal.
¡Ay que rebién”, ¡ay que atrocidad!
a Jabalquinto no le falta “na”.

COPLILLAS DE ACEITUNERAS

Existía en la antigüedad una fiesta, que aún se celebra, aunque de forma bien distinta, muy vinculada con la tradicional tarea agrícola de recogida de la aceituna. En ella participaban los aceituneros y aceituneras al terminar la campaña. Costeada por el propietario de las fincas de olivar se organizaba un ágape en el mismo lugar donde se producía el “remate”. En esta “Butifuera”, nombre que se le da a la fiesta, se entonaban ciertas cancioncillas de temas relacionados con la propia tarea. Aquí va una muestra:

De la uva sale el vino
de la aceituna el aceite
y de mi corazón sale, ¡ay!,
cariño para quererte.
Anda diciendo la gente
que nos queremos los dos
niégalo tu vida mía
que también lo niego yo.
Eres alta y buena moza
no te lo presumas tanto
que también las buenas mozas, ¡ay!,
se quedan pa vestir santos.
Eres más chica que un huevo
y ya te quieres casar
anda ve y dile a tu madre
que te enseñe a trabajar.

Esta otra, muy breve, la entonaban los aceituneros y aceituneras al regresar del “tajo” a sus casas por aquellos caminos de Dios, después de dar el jornal y con los capachos bien repletos de aceituna:

Aceituneros del pio pio,
¿Cuántos capachos habéis “cogío”?.
Capacho y medio
porque ha “llovío”.

COPLAS DE CARNAVAL

Ha decaído mucho esta fiesta callejera en nuestra localidad, pero en la antigüedad, cuando incluso llegó a estar prohibida, paradójicamente, los mozos y mozas se agrupaban en comparsas que alegraban y llenaban de colorido y vida, las calles del pueblo, con sus atuendos y coplas. Las coplillas, fantasiosas y atrevidas, ponían a prueba la imaginación de cuantos las escuchaban:

Las muchachas de Jabalquinto
están todas amarillas
de comer tocino añejo
y no probar la morcilla.
y nosotros le decimos
con muchísima razón:
el que no lo haya probado
aquí tiene la ocasión.

Esta es de muy buen gusto:

Quien quiera beber buen vino
que vaya “casa Bartolo”
que es el mejor que se bebe
en todito el territorio.
Nosotros lo hemos probado
y sabemos como es
por eso recomendamos
que vayan allí a por él.

Fue “Bartolo” un tabernero con fama de servir buen vino, al menos eso parece según lo que cantaban las comparsas en la puerta de la taberna, cuando se despedían después de tomar un trago, antes de seguir con el trajín callejero.

Otra más:

Ángel pintado tiene grandes bodegas
el que trae el vino a “Rajatelas”.
con alegría le vamos a decir
que nos eches un trago
que nos vamos ya de aquí.

Como bien podemos deducir, la comparsería, ni perdía el tiempo, ni pasaba sed. Bien parece, de igual modo, que cohabitaban en el pueblo por entonces un buen número de tabernas; en este caso la de “Rajatelas”, donde apagarían su pena y sed nocturna los hombres del pueblo, mientras Ángel Pintado hacía su agosto particular.

COPLAS DE FAENAS AGRÍCOLAS

Si es usted de Jabalquinto, querido lector, sobra la explicación. En el caso de que no lo sea, le conviene saber que estos parajes rurales, por la excelencia de sus tierras y la benevolencia de su clima hacían crecer “siembras” de extraordinaria vitalidad produciendo gran cantidad de grano. Hoy sin embargo se ven cubiertas de olivares como la práctica totalidad del término.
Los jóvenes jornaleros rivalizaban mientras segaban el grano; entre tanto el propietario con su irónica sonrisa parecía complacido.

Esta coplilla desvela la antesala del tiempo de la siega:

Porque en “las Rozas”,
en “los Carchales”,
y también en “el Chaparral”
se crían trigos tan resistentes
que a todos ellos hace sudar.
Los de las eras están preparados
y todo el pueblo en general
esperando que llegue junio
para poderlo recolectar.
¡Vaya un año hermoso que nos ha "mandao" Dios!.

COPLAS DEL ROSARIO DE LA AURORA

El rosario de la aurora se celebraba al alba y partía de las puertas del templo o Parroquia de la Encarnación recorriendo las principales calles de la localidad. Tomó gran auge con la llegada de los padres misioneros (Labastida y Sebastián) que vinieron al lugar para celebrar las misiones en los primeros años posteriores a la finalización de la Guerra Civil Española. Cantando el rosario, mayores y jóvenes recorrían las calles del pueblo. Al terminar la procesión los más bromistas aproximándose a las ventanas y balcones de los amigos y amigas ausentes, les entonaban canciones como la que sigue; ellos a su vez, les contestaban desde la cama aún no hartos de dormir y esquivando las bajas temperaturas:

Los que van al rosario
no tienen frío,
los que están en la cama,
están arrecíos.
¡Viva María, viva el rosario
y viva santo Dmingo
que lo ha fundado!.
Al revés te lo digo
pa que me entiendas
y si no te lo crees
sube y me tientas.
¡Viva María, viva el rosario
y viva santo Domingo
que lo ha fundado!.

COPLA A SAN ISIDRO LABRADOR

Como pueblo de agricultores, Jabalquinto dedica fiesta a su patrón, San Isidro Labrador. Por la mañana se celebra solemnemente la fiesta religiosa con una Eucaristía y la posterior bendición de los campos desde la lonja de la parroquia.
Después de la comida de hermandad, que tiene lugar en algún bar-restaurante de la localidad, procesionan las carrozas, que engalanadas y decoradas con motivos relativos a las tareas agrícolas, recorren las principales calles de la localidad mostrando al espectador el arte y el buen gusto que caracteriza a nuestros habitantes. San Isidro, cierra el cortejo, ante el cual los más devotos piden fervientemente en sus oraciones por la abundancia de las cosechas. Los mayores aún entonan coplillas al santo.

Labrador si tu quieres
frutos del campo
los tendrás abundantes
con el rosario.
¡Viva María,
viva el rosario,
y viva san Isidro
patrón del campo!.
Labrador si tu quieres
fruto en el campo
rézale a san Isidro
patrón del campo.
¡Viva María,
viva el rosario,
y viva san Isidro
patrón del campo!.

COPLAS DE ROGATIVAS

En distintas ocasiones, a lo largo de la dilatada historia de nuestro pueblo se ha tenido que solicitar el influjo del cielo pidiendo el beneficio de la lluvia mediante fervorosas rogativas. El día 5 de marzo de 1931, los jabalquinteños, habiendo agotado ya la reserva de súplicas y oraciones, hubieron de sacar procesionalmente a la venerada imagen de su patrón, Nuestro Padre Jesús Nazareno, para volver a pedir el agua que tanto necesitaban. Dos años llevaban los campos sin recibirla y las pírricas cosechas no eran suficientes para alimentar a las desoladas familias. La cofradía de Jesús Nazareno custodia un documento redactado por un jornalero jabalquinteño que vivió intensamente aquellas jornadas de incertidumbre. En este documento, donado por la familia a la cofradía se relata con detalle todo lo acontecido:
“… y durante el trayecto, se cantan por centenares de voces, cánticos de alabanza al Señor, pidiendo misericordia y las lluvias beneficiosas para tanto sembrado.
Ya casi agotados, viéndose lágrimas furtivas en el semblante de muchos hombres y madres de familia, que al paso de tan adorada imagen de Nuestro Padre Jesús le imploran con todo su corazón remedio para sus inocentes hijos, amenazados por el ya referido fantasma del hambre”.
Esta copla de rogativas, de autor anónimo,nterpretada por "centares de voces”, niños y niñas del colegio acompañados de sus maestrosde la localidad, según reza el texto del documento.

AJesús le estoy pidiendo
con unas voces muy grandes
que nos riegue nuestros campos
que nos morimos de hambre.
oh Nazareno:
pues tú que subes
haz de las nubes
agua brotar
porque sin ella pereceremos
y moriremos de hambre mortal.
A pedir nos enseñaste
el alimento diario
y a dárnoslo te obligaste
en la cima del calvario.
oh Nazareno:
pues tú que subes
haz de las nubes
agua brotar
porque sin ella pereceremos
y moriremos de hambre mortal.
eres padre de los pobres
consuelo del afligido
y te pedimos perdón
y que riegues nuestros trigos.