jueves, 2 de abril de 2009

NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO


Antonio García Sanz.

Introducción

Hace tiempo que sentía la necesidad de llenar el vacío histórico de la sagrada y venerada imagen de Jesús Nazareno. Desde entonces vengo recopilando datos de distintos archivos y también, de muchas personas amigas que me han ayudado en tal propósito. Pretendo, ante todo, que cada jabalquinteño, donde quiera que esté, pueda decir algo más que: ¡Qué hermoso es!.

En honor a la verdad y a pesar de todo, no son demasiado abundantes las referencias localizadas pero si suficientes para atreverme a iniciar lo que un día me propusiera.

La imagen
En una pequeña capilla de la parroquia de Ntra. Sra. de la Encarnación de nuestra localidad se erige, majestuosa, la bella imagen del Hijo de Dios cargando la pesada cruz sobre su hombro. Su rostro, transido de dolor, muestra la generosidad, la entrega y el amor a la humanidad entera puesto de manifiesto en la Pasión. Sus manos, que sostienen el madero, parecen regalar el abrazo a todos cuantos, afligidos, se acercan a Él en busca de consuelo. Una sencilla túnica, hasta los pies, deja entrever el duro y lento caminar hacia el calvario.

Se trata de una talla completa realizada en madera, de vestir, brazos articulados y cabellera al natural que a lo largo de su historia ha sufrido por diversas causas varios procesos de restauración pero que a pesar de ello sigue conservando los rasgos característicos que nos autorizan a decir que es el nuestro, el de siempre.
Desgraciadamente se desconoce el autor; sin embargo y a la luz de su análisis artístico, bien podría tratarse de un trabajo procedente del taller de los hermanos Mora (Escuela Granadina del siglo XVII), o tal vez de alguno de sus discípulos. (Comisión de arte del obispado de Jaén). Recientemente, en un artículo publicado en la revista “Arte sacro”, Fray Juan Dobado Fernández, lo vincula a Alonso de Mena, también de la Escuela Granadina.

Su historia

No conocemos el motivo, ni tampoco la fecha concreta en que Nuestro Padre Jesús Nazareno llegó a nuestro pueblo. Sin embargo se sabe que en principio se veneró en “la parroquia de la Concepción, hoy de la Encarnación y en otro tiempo de Santa María”.(Atlante español. Bernardo Espinalt.) De ahí y posiblemente por el capricho de algún marqués o marquesa fue trasladado hasta la Ermita de Ntra. Sra. de las Mercedes y San Juan Bautista, justificándose así que durante algún tiempo se la conociera también como: “La Ermita de Jesús”.

Mateo Francisco de Rivas y Soriano, historiador local, a propósito de ello, escribió en 1.797: “En 1.779 se construyó un camarín adonde se trasladó desde la parroquia la divina y milagrosa efigie de Jesús Nazareno”.

De los bienes de dicha Ermita se conserva un inventario, sin fechar, del cual reproducimos a continuación sólo lo referente al asunto que nos ocupa.


"Inventario de los bienes de la cofradía de Jesús Nazareno, ropa de vestir de la sagrada imagen".

411.- Una corona de plata de lujo de Jesús Nazareno, con piedra y adornos de lo mismo que pesa ocho onzas menos cuarta.

412.- Una media cruz que le sirve en el nicho.

413.- Una cruz grande con su tornillo que sirve a Jesús en las andas.

414.- Unas andas con cuatro estantes y sus tornillos correspondientes.

415.- Una mesa de pino para poner al santo en las andas.

416.- Un estandarte morado, con su lámina, astil de madera y cruz de lo mismo, que guardan los hermanos que tiene la hermandad, casa del hermano mayor, con la cera correspondiente.

417.- Dos túnicas blancas de lienzo delgado con sus encajes.

418.- Una túnica de terciopelo morado, guarnecida de oro falso, con cordones de oro falso; vieja.

419.- Otra túnica de terciopelo morado, nueva, guarnecida de oro falso, formado en lunas, aplomado con cordones y anoncillo de oro fino.

420.- Una cabellera nueva.

421.- Otra cabellera puesta.

422.- Un cirineo de hierro para la cruz en las andas.

423.- Una imagen de Jesús Nazareno de cuerpo entero, de vestir, que se halla en el camarín.


“El 17 de noviembre de 1.796 se trajo la corona nueva de Ntro. Padre Jesús con adornos y tres potencias, toda fina que pesa diez y siete onzas y media. La ha costeado Fernando Troyano por devoción y ofrenda que tenía hecha; habiendo fundido y aprovechándose para ello la corona vieja cuya plata era tan inferior que sólo le pagaron doce reales. Se hizo todo con mi intervención”, redacta el cura ecónomo Dr. D. Francisco Jerónimo Retana, 25º prior de esta villa. Este templo se vio gravemente afectado por el famoso terremoto de fines del XVIII que hundió su techo y su suelo por lo cual la milagrosa imagen de Ntro. Padre Jesús fue devuelta a la parroquia, donde permanece en la actualidad. No se tienen noticias de que la imagen se viera afectada en el derrumbamiento. Muy posiblemente al encontrarse alojada dentro del Camarín, construido apenas unos años antes, no sufriera desperfecto alguno.

Desconocemos desde cuando, “Jesús”, como todos le llamamos con cariño, es el patrón de todos los jabalquinteños; sin embargo disponemos de algunos datos indicativos del fervor que el pueblo le ha profesado desde siempre.

El traslado a la ermita y la consecuente afluencia de fieles que según Mateo Francisco de Rivas y Soriano se observa a partir de esa fecha parece avalar la teoría de que para los jabalquinteños se trataba de mucho más que una devota imagen.

Algunos hemos oído hablar y otros han vivido a su lado momentos dignos de ser mencionados para su conocimiento. Por ello me atrevo a reproducir un manuscrito de un jabalquinteño que vivió la siguiente experiencia, si bien por deseo expreso de la familia que gentilmente lo facilitó, no mencionaremos su nombre pero sí nuestro profundo agradecimiento.

Rogativas

Jabalquinto día 5 de marzo de 1.931

“En muchos pueblos andaluces, se ha pedido clemencia al cielo mediante fervorosas rogativas, sacando procesionalmente las imágenes a fin de lograr que termine esta pertinaz sequía que les aterra con el fantasma del hambre; teniendo en paro forzoso a tantos padres de familia, y en perspectiva, la pérdida de una segunda cosecha que con seguridad vendría a ser, tal calamidad, el broche de una verdadera catástrofe.

Jabalquinto, como pueblo andaluz participa también de tan temida amenaza, y como pueblo católico y creyente en la omnipotencia divina; en estos momentos de tribulación llama en auxilio a su amantísimo Padre, a su Padre Jesús Nazareno con esas fe viva y esa esperanza tan grande con que todo hijo sabe pedir, llamando a la bondad de su padre remedio para sus males.

Hace meses que los campos no han recibido el influjo beneficioso de la lluvia. Los obreros se encuentran parados. Las siembras amenazan con secarse y la segunda cosecha se ve próxima a perderse por completo.

El pueblo, poseído del más doloroso espanto. Pero es un pueblo cristiano y como tal, amantísimo de la sagrada imagen de Jesús Nazareno; cuyos habitantes todos se llenan de gozo al llamarle Nuestro Padre Jesús; y a El impetran el auxilio de la divina gracia en estos momentos de dolor, organizando una procesión de rogativas el pasado día cinco, sacando la sagrada imagen en cuya procesión, la Iglesia y autoridades locales se ven seguidas del pueblo en masa, con sus cuatro escuelas nacionales, con más de trescientos niños y niñas al lado de sus profesores y cofradía existente, recorriendo las afueras del pueblo, llamadas el llano y las erillas, recogiéndose en el templo ya bien entrada la noche, cuando había salido del mismo a las cuatro y media de la tarde.

Durante el trayecto, se cantan por centenares de voces, cánticos de alabanza al Señor, pidiendo misericordia y las lluvias beneficiosas para tanto sembrado.

Ya casi agotados, viéndose lágrimas furtivas en el semblante de muchos hombres y madres de familia, que al paso de tan adorada imagen de Nuestro Padre Jesús le imploran con todo su corazón remedio para sus inocentes hijos, amenazados por el ya referido fantasma del hambre.

Han pasado algunas horas, y esa misma noche del día cinco, a las dos de la madrugada empezó a llover, terminando la pertinaz sequía, sostenida por tantos meses, trayendo el júbilo a todos los corazones.

A esta hora intespectiva, notáronlo algunas personas trasnochadoras que seguidamente se decidieron a pedir el permiso a nuestro párroco, don Genaro Medina para voltear las campanas de la parroquia, y el pueblo al oírlas se lanza a la calle para acudir al templo, que se llena por completo de personal en alabanza a Dios y dando entusiastas vivas a Nuestro Padre Jesús.

Por todas las calles, hombres, mujeres y niños, todos llenos de júbilo por la lluvia que ya riega los campos, se dirigen a la iglesia entre las dos y tres de la madrugada, registrándose escenas de sincera veneración y verdadero cariño popular hacia Jesús. Y allí permanece el pueblo hasta las seis de la mañana en que se celebra una solemne fiesta en acción de gracias precedida de gran número de confesiones, dándose la comunión por nuestro párroco que pronunció una sentida y fervorosa súplica a Nuestro Padre Jesús pidiéndole que siempre conceda a este pueblo remedio en sus aflicciones.

Ya entrado el día que parecía algo despejado, muchos labradores salieron al campo para el trabajo, pero sólo sirvió tal salida para que por todo el término rural de Jabalquinto se oyeran los vivas a Jesús, que proferían dichos trabajadores unos a otros. Al ver que la lluvia arreciaba retornaron al pueblo, entrando todos mojados hasta más no poder, pero con el mayor entusiasmo.”

La cofradía

De los antecedentes históricos de la cofradía, se poseen algunos datos bastantes interesantes, a mi parecer, que conviene destacar en este apartado:
“En 1.773, habían fundadas por la piedad de los fieles tres hermandades sin aprobación y en uso, las cuales son las de Jesús Nazareno, Soledad de María Santísima y San Juan Evangelista, que observan el propio gobierno de otras” que si estaban aprobadas por la autoridad eclesiástica. "Y sacan la primera procesión del Viernes Santo por la mañana, la segunda la de la tarde y la tercera la del Domingo de Pascua de Resurrección, habiendo sacado también la suya la de la Veracruz el jueves de antemano.”
En 1.777 pleitean las cofradías de la Veracruz y la de Jesús Nazareno por sacar la procesión del Resucitado.

El veintitrés de marzo del mismo año, se celebra concordia entre dichas cofradías en relación con el derecho de sacar la mencionada procesión, sobre lo cual habían mantenido diferencias en los últimos años.

Se le dio salida a este conflicto sacando la procesión ambas cofradías en años alternos.

De esta fecha a nuestros días no poseemos, de momento, datos de importancia, aunque es conveniente mencionar que el día veinticuatro de julio de 1.995 fueron aprobados los estatutos de la actual cofradía por el obispo de la diócesis D. Santiago García Aracil.

Liturgia

Conocidos son por todos los jabalquinteños y por muchos vecinos de los pueblos de la comarca, los tradicionales pregones litúrgicos que teniendo como referente las imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores se celebran años tras año, desde hace más de tres siglos, en el templo de la Encarnación de nuestra localidad, en la madrugada de Viernes Santo.

Se trata de varios romances, redondillas y silvas que incluyen en el texto el relato de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Es más que probable que se comenzaran a interpretar en el siglo XVII, ya que son de los de tipo “Artístico”, compuestos a mediados de este siglo.

En este acto litúrgico se intercala el tradicional “Sermón de la Madrugada”, hace siglos conocido también como “Sermón de Tercia”, del cual se escribió hace dos siglos lo siguiente: “Las gentes están separadas, y los hombres cuando hay sermón se sientan los unos en bancos y los otros, que son los más, en los extremos recogidos de sus capas para estar algo elevados”.

Mención especial merece el pregón de “El Paso” que interpretándose y escenificándose a las puertas del templo, hacia el mediodía , es seguido año tras año por cientos de devotos y curiosos que vienen de muchos lugares..

María Santísima se arrodilla, se acerca, abraza y despide a su Hijo antes de su Crucifixión.

Jesús clava su mirada amorosa en su afligida Madre y en sus hermanos mientras bendice a todos y se retira para dar fin a su Pasión.

La fiesta en honor de nuestro patrón se celebra en la actualidad el día veintiséis de julio, con su fiesta religiosa por la mañana y la procesión al caer la tarde, aunque hace ahora medio siglo, se celebraba a finales del mes de mayo. Parece ser que el cambio de fecha se verificó para que pudieran participar y disfrutar de ella, los jornaleros, que por aquella época del año segaban, acarreaban, sacaban y almacenaban el grano en los graneros.

Anecdotario

Según se ha podido escuchar de labios de nuestros antepasados, en una ocasión llegaron al pueblo, en las postrimerías del siglo XIX, unos tratantes de ganado que después de haber visitado el templo y orado ante los pies del Nazareno, pretendieron cambiar la imagen por otra de parecidas características.

La voz se corrió entre el vecindario que acudió aturdido al lugar invitándolos gentilmente a abandonar cuanto antes la localidad, no sin antes recordarles la conveniencia de no volver jamás.

PREGONES LITÚRGICOS DE JABALQUINTO

Existen en Jabalquinto desde tiempo inmemorial, unos pregones que se interpretan en Semana Santa y que bien merecen, al menos, ser escuchados en alguna ocasión.

De su origen habla con autoridad Dª Encarnación Sánchez García en su obra: “Los Pregones y el Paso de Jabalquinto: de las pasiones medievales al teatro del siglo de oro”.

Se trata de varios romances, redondillas y silvas que incluyen en su texto, el relato de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Se cree que se cantaron por vez primera en el siglo XVII.
Por la importancia que tienen, hagamos mención al contenido de estos.

Primer pregón de Viernes Santo
Narra la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, el día en que instituyó la Eucaristía.

De forma sencilla y trágica a la vez describe con nitidez, el camino de Jesús con la cruz a cuestas hacia el Monte Calvario.

Cuenta el dolor y la amargura de las “Tres Marías”, al pie de la cruz.
Se trata de un romance de los de tipo “Artístico” de mediados del siglo XVI o comienzos del XVII.

Tiene treinta y cuatro versos, que riman en asonante los pares, quedando libres los impares.

Este romance, es de los compuestos por los llamados poetas cultos, los cuales, aplicaban el metro octosílabo.

Una noche en la Pasión
antes de la madrugada
el Hijo de Dios Eterno
Un convite celebraba.
El convite era del cielo
que el Padre Eterno ordenaba.
Mandó recoger urgente
y a sus discípulos llama
y ya que los vio tos juntos
De esta manera les habla:
¿Quién de vosotros amigos,
morirá por mi mañana?.
Unos a otros se miran
ninguno respuesta daba
sino que San Juan Bautista
que predicó en la montaña.
A mi buen Jesús lo llevan
por una calle muy larga
con dos cordeles al cuello
donde los judíos tiraban
cada vez que tiran de El
mi buen Jesús se desmaya.
No desmayes buen Jesús
que ésta será la jornada
que allá en el Monte Calvario
las tres marías te aguardan
una es la Magdalena
y otra la Santa María.
Una le limpia los pies
otra le limpia la cara
la otra recoge sangre
la que más dolor mostraba.

Segundo pregón de Viernes Santo

Nada más comenzar, el anónimo autor, nos hace una presentación del “Reo”, del “Redentor”, de la “Eterna Sabiduría”, para seguir con una narración que describe la necesaria muerte del Hijo de Dios y de María.

Continúa con la amargura de Jesús en el “Huerto de los Olivos” y termina con unas palabras de ánimo al “Dulce Dueño” y “Fino Amante”.

Cuarenta versos contiene este segundo pregón.
Se trata de diez redondillas unidas y su origen data del siglo XVI.
Rima el primero con el cuarto y el segundo con el tercero.

El prendor del Padre Eterno
y eterna Sabiduría
Jesús, Hijo de María,
Rey del cielo, tierra e infierno.

Ya sabes Rey Soberano,
que es la Excelsa Trinidad,
para darle libertad
a todo el genero humano.

Decretó que descendiera
y carne humana tomara,
con los hombres conversará,
y que por ellos muriera.

Por ti fue el hombre creado,
y Tu fuiste el fiador,
pues considera Señor,
a lo que estás obligado.

Ya que el plazo se ha cumplido
y ahí está la redención,
da principio a tu Pasión,
para pagar lo debido.

Mira que las justas almas,
que dentro del Limbo habitan,
con suspiros solicitan,
del cielo tener la palma.

Abre las puertas del cielo,
con las llaves de esa cruz,
gocen de la eterna luz,
los que estén con desconsuelo.

Ese Cáliz de amargura,
Expreso le ha de gustar,
con él ha de remediar
a las humanas criaturas.

No temas el padecer,
no rehuses el morir,
que si el hombre ha de vivir,
padeciendo Tú ha de ser.

Entra en batalla animoso,
Dulce Dueño y Fino Amante,
Resucitarás triunfante,
Entrando en él tan glorioso.

Tercer pregón de Viernes Santo

Treinta y dos son los versos que utiliza el anónimo autor para poner en boca de Poncio Pilatos los cargos y la sentencia que llevan a la muerte a Jesús el Nazareno.
Explica cómo ha de cumplirse esta primera sentencia del Cesar Marcos Cornelio.
Parece tratarse de una silva, que a causa de su transmisión oral se haya ido deteriorando.

Yo, Poncio Pilatos, que presido,
la Inferior Galilea y su Partido,
por el Sacro, Real, Romano Imperio:
juzgo, sentencio y condeno
a muerte afrentosa de cruz
a Jesús el Nazareno.
Porque quiere hacerse rey,
El hijo del carpintero.
Porque niega los tributos
de vuestro César Tiberio.
También pretende le aclamen,
Hijo de Dios verdadero.
Predica falsa doctrina
y dice por cosa cierta,
que ha de derribar el templo,
y que sólo entres días
ha de edificarlo nuevo.
Así entró en Jerusalén
con la aclamación del pueblo.
Por tanto Marcos Cornelio,
su primera sentencia manda,
que lo lleven por la calle,
atado ligado y preso,
con su propia cruz al hombro,
hasta llegar al Calvario,
y en medio de dos ladrones,
que con El van sentenciados,
donde su cruz enclavados,
afrentosamente muera,
pagando así por su vida,
el delito y el pecado.
Pues quien tal hizo que tal pague.

Cuarto pregón de Viernes Santo

Es el más corto de todos los pregones y además el último que se interpreta en la madrugada del Viernes Santo; el que precede la salida de Jesús del templo, seguido de su Madre María.

Sólo tiene veintiún versos. En ellos el autor se compadece de Jesús “Sabiduría” y “Hermosísimo Hijo de María”, por haber sido sentenciado, arrastrado y escupido. Termina haciéndose eco de la voluntariedad en la muerte de Jesús.
Se trata de una silva, versos endecasílabos y heptasílabos que riman a gusto del poeta; el mismo incluye un verso suelto.

Esta es la sentencia irrevocable,
el arcano de Dios indisputable.
Cumplida la más cándida sentencia.
Mandó el justo juez al Padre Eterno,
no estorbando el presunto amor paterno.
Que su Hijo Jesús, Sabiduría,
Hermosísimo Hijo de María,
a muerte de cruz sea sentenciado,
azotado y de espinas coronado,
y del ingrato pueblo encarnecido,
arrastrado y escupido.
viendo a su Madre Dolorosa,
afligida y llorosa.
y que esté vivo y pendiente,
desnudo y avergonzado el inocente.
Mandan que sea puesto en un madero,
el Mansísimo Cordero.
Y que lleve la cruz hasta el Calvario,
caminando a la muerte voluntario.
Manda que expire Cristo, eterna luz,
y que su vida de la Santa Cruz .

Pregón de la Soledad

Nos conmueve el corazón María en este pregón, al mencionar su desventura, su desamparo, su soledad, tras la muerte de Jesús. Le recuerda que debe visitarla en el Cielo y que le abra sus puertas después de su resurrección.

Los veinticuatro versos que contiene este pregón tienen idéntica estructura que el primero de la madrugada. Se trata pues de un romance, en el cual riman en asonante los pares. Su origen se fecha entre el siglo XVI y XVII.

Hay todavía otro pregón que no se ha podido recuperar y que se cantaba la tarde de Jueves Santo, después de la celebración de la Eucaristía justo antes de la salida del Santísimo Cristo de la Humildad, “Amarrado”. Todos los esfuerzos hechos para su recuperación han servido de poco debido al corte generacional producido en la familia que lo interpretaba.

Hijo mío muy amado,
ya quedo desamparada,
quedo huérfana y sin Hijo,
que haré yo sin tu compaña,
a la ciudad me retiro,
para llorar mis desgracias,
que en el mundo no habrá otra
Madre más desventurada,
ni mucho más afligida,
llena de angustias amargas,
porque ha perdido de vista
el sol y la luna clara.
Son tu rostro y tus mejillas,
que a los ángeles encanta.
Hijo para consolarme,
a hacerme visitas vayas.
Abre las puertas del Cielo,
que hacen días están cerradas.
Y que allí los Santos Padres,
te esperan con eficacia,
hasta que Tu del sepulcro
ya resucitado salgas,
que con tu Resurrección,
resucitarán las almas.

Pregón de “El Paso”
Mención especial merece el pregón de “El Paso”. Son diecisiete versos que se repiten.

Este pregón se interpreta, mientras las imágenes de Jesús Nazareno y su Madre, María Santísima de los Dolores, se encuentran, se acercan y se abrazan a las puertas del templo.

Todo el pueblo, unido a los cientos de curiosos que cada año nos acompañan, contemplan emocionados esta representación del “Eterno Abrazo” de Jesús y María en la Pasión.

Comienza el pregón con la Virgen arrodillada delante de Jesús, su Hijo. Más tarde María le habla tiernamente pidiéndole que le abrace. Jesús abre los brazos mientras que su Madre, sin tiempo que perder, se acerca para abrazarle. Durante el abrazo, el desconocido autor nos recuerda la sangre de Jesús derramada para redimir nuestras culpas.

Mientras se despiden, Jesús bendice a su Madre María y a todos los jabalquinteños hermanos suyos. Es preciso considerar que este pregón tiene melodía diferente al resto.


Ya está la Virgen María,
en el suelo arrodillada,
que le eche la bendición
el Redentor de las almas.
Mira si tu mal es fuerte,
mira que pena es la mía,
que te van a dar la muerte,
Cordero del alma mía.
Mi Dios y mi Redentor,
en quien espero y confío,
por tu Pasión Jesús mío,
abrázame con tu amor.
Abre querido esos brazos,
Hijo de mi corazón,
para que sirvan de lazo,
en esta amarga Pasión.
Qué bellamente se abrazan,
el Buen Jesús y su Madre,
parece que entre los dos,
están repartiendo el Cáliz.
Tiernamente se despiden,
el Buen Jesús y María,
Hijo de mi corazón,
que angustia y que fatiga,
que por redimir al mundo,
perdió en cuanto hombre la vida.
Ya entra Jesús en su casa,
echando la bendición,
a todo aquel que lo asista,
en esta amarga Pasión.
Ya entra Jesús en su casa,
que no quiere más vivir,
sólo quiere por el hombre,
reinar antes de morir.