sábado, 30 de mayo de 2009

LA ERMITA DE LA CARRERA


Antonio García Sanz.



La Ermita de Ntra. Sra. de las Mercedes y San Juan Bautista, es conocida popularmente como “La Ermita de la Carrera” por haber sido construida en este enclave, antiguo paseo público (Carrer) de la localidad.

Fue construida por orden de la Sra. marquesa Dña. Catalina de Rojas y Sandoval, esposa de Manuel de Benavides III, nieta del Marqués de Denia y sobrina del que fuera obispo de Jaén y Arzobispo de Toledo, D. Baltasar Moscoso y Sandoval (1589-1665).

Este sencillo edificio religioso, hoy, en un estado de conservación deficiente, “fue bendecido por el licenciado D. Francisco de la Fuente y Bergara, prior de La Encarnación, el cinco de julio de 1637, en virtud de facultad concedida por D. Baltasar Moscoso y Sandoval” que en este tiempo confió las obras de la Catedral de Jaén al arquitecto Juan de Aranda y Salazar, de Castillo de Locubí. El citado prior, nombró mayordomo de la fábrica de la Ermita a Diego de la Guardia, vecino de la villa, el 29 de noviembre del mismo año.

“En 1722 se le añadió media naranja para la devota imagen de Ntra. Sra. de las Mercedes, remitida al efecto por D. Antonio Alfonso Pimentel, XI Conde de Benavente, y en el de 1779 un camarín, adonde se trasladó desde la parroquia la divina y milagrosa efigie de Jesús Nazareno, estándolo en el cuerpo o nave de la misma, la de San Antonio Abad, San Juan Bautista y San Marcos, traído éste de su ermita, a quienes entre año se hacen fiestas y rogaciones públicas, con lo que está siempre el santuario muy concurrido”.

De los bienes de la Ermita se conserva un inventario fechado el 17 de noviembre de 1796, encontrado en el archivo parroquial de la Encarnación en el año 1989. En él se enumeran todas las imágenes mencionadas por Mateo Francisco de Rivas y Soriano en su conocida “Memoria Histórica sobre Jabalquinto Reino de Jaén”, de cuyo texto se ha extraído el párrafo anterior.

En el inventario se puede leer también lo siguiente: “Se trajo la corona nueva de Nuestro Padre Jesús, con sus adornos y sus tres potencias, que pesa diez y siete onzas y media. La ha costeado Fernando Troyano por devoción y ofrenda que tenía hecha, habiendo fundido y aprovechándose para ello la corona vieja, cuya plata era tan inferior, que sólo le pagaron 12 reales. Se hizo con mi intervención”; manuscribe el que fuera entonces prior, Dr. D. Francisco Jerónimo Retana.

Este templo se vio gravemente afectado por el famoso terremoto de Lisboa ocurrido a las 9h y 20´ del día de “Todos los Santos” de 1755, que “ocasionó el hundimiento de su techo y de su suelo" por lo que sería devuelta al templo la imagen de Ntro. Padre Jesús, donde permanece en la actualidad como patrón de todos los jabalquinteños. El Mº. D. Felipe de Molina y Cabrera, 24º prior, natural de Baeza, fallecido en Jabalquinto el 25 de febrero de 1803 y enterrado en la iglesia parroquial de esta villa, hubo de acometer las necesarias obras de rehabilitación del templo.

En su interior se dio cristiana sepultura, en lugar distinguido, a los sacerdotes D. Blas de Ávila y D. Juan Ramón Conejero en 1814 y 1829, según se puede leer en el documento del archivo parroquial: “Serie cronológica de los Priores de la Iglesia Parroquial de Jabalquinto desde la creación de su curato en Beneficio. 1665-1955”.

Esta ermita, de reducidas proporciones, situada extramuros de la antigua villa, está rodeada de una cerca de piedra de unos tres metros de altura, construida en 1820, siendo párroco D. Francisco Hernández y Villa Sansón.

Siguiendo al profesor Ruiz Calvente en su artículo publicado en “Diario Jaén”, esta ermita es de estilo conventual, propio de la época, y presenta una fábrica de planta rectangular con el tejado construido a dos aguas.
Los estilos conventuales incluían frecuentemente un atrio frente a la puerta de entrada al templo y una cruz de piedra en las inmediaciones. Es bastante probable que “La Cruz de la Carrera”, retirada desafortunadamente de este entorno en la década de los setenta, formara parte de este conjunto artístico religioso.

La fachada se compone de una puerta con arco de medio punto, incluyendo una clave en forma de trapecio que resalta sobre el arco.

Alberga una pequeña cornisa sobre la que se centra un óculo y a ambos lados de este, destacan un par de piezas de sillar de forma rectangular.

En el centro superior de la fachada, una sencilla espadaña de un solo vano de medio punto y un frontón triangular.

En la actualidad se encuentra desacralizada y acondicionada como vivienda, aunque no habitada.

De no actuar de inmediato sobre este emblemático edificio, centinela secular de gentes, ríos, pueblos y caminos, perderemos sin sentido ni razón una buena parte de nuestras señas de identidad.


BIBLIOGRAFÍA:


1) Memoria Histórica sobre Jabalquinto Reino de Jaén. Mateo Francisco de Rivas y Soriano. 1816.
2) Archivo Parroquial de Jabalquinto.(APJ). Documentos varios.
3) Diario Jaén. Ruiz Calvente.