lunes, 16 de marzo de 2015

PREGÓN SEMANA SANTA 2015




                             
                              Cartel Semana Santa 2015
                       Autor: José Eleuterio González Soriano.

Antonio García Sanz

Sr. alcalde, Sr. cura párroco, señores y señoras concejales, hermanos y hermanas mayores de las distintas cofradías, hermandades y grupos parroquiales que pertenecen a mi muy querida parroquia de la Encarnación, a la que pertenezco y en la que sirvo desde mi más tierna infancia de distintas formas; cofrades, amigos y amigas.
D. Pedro López Lérida en calidad de Alcalde presidente del Excmo. ayuntamiento de Jabalquinto junto con la Agrupación de cofradías y Hermandades pertenecientes a nuestra parroquia, guiada, hoy, por Don Pedro Garrido, cura párroco, han querido que sea yo, este año de 2015, quien anuncie esta celebración que debe tener como objetivo último, contribuir al crecimiento y madurez de nuestra fe en Cristo Resucitado.
Cada año, desde hace  varios, cuando la cuaresma expira y se tienen ya los ojos, y los sentidos clavados en la Semana Santa, desde este mismo lugar, se anuncia la misma por medio del pregón y presentación del cartel anunciador, este año, dedicado muy especialmente al momento de la resurrección y a la bella imagen que junto al sagrario nos recuerda que ¡Cristo vive!
Quiero comenzar creando el ambiente adecuado con una presentación que a través de la música y la imagen nos va a centrar en el tema del que trataremos seguidamente; la resurrección.
La música y la letra pertenecen a Gonzalo Mazarrasa, sin duda, el mejor compositor de música católica de la actualidad. La canción de su CD, “A la otra orilla”, lleva por título: “Me basta”. Las voces las ponen Ana Moya y Alfonso Puche, joven sacerdote, que ejerce su pastoral en Madrid, aunque nacido en Bailén y que es hijo de mi querida amiga Candy, compañera de profesión y de misión.
Las imágenes, seleccionadas para la ocasión las he tomado de internet, en su minoría, y de la exposición permanente que la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno tiene en su Casa de Hermandad y que logramos reunir, clasificar y digitalizar, siendo Hermano Mayor Vicente Juan Megías Moreno. El resto son de mi propiedad, realizadas en las décadas de los setenta y los ochenta y alguna mucho más reciente.
Espero y deseo que todos disfrutemos. (Audiovisual)
¡Cristo ha resucitado!, esta es la primera y gran verdad de nuestra fe.
Los apóstoles de Jesús comenzaron su predicación anunciando este hecho indiscutible: Jesús de Nazaret, el que caminaba por las calles de  aldeas, pueblos y ciudades haciendo el bien, el que ayudaba, el que enseñaba, el que reía, el que lloraba, el que curaba y perdonaba, el que realizaba signos y prodigios, haciendo presente el Reino de Dios y que fue clavado en una cruz y sepultado, ha resucitado. Todo el mensaje apostólico giró en torno a esta gran noticia; hoy la Iglesia también centra  su misión  en Cristo resucitado.  A partir de esta verdad incuestionable, se realiza la evangelización, desde hace dos mil años,  hasta nuestros días.

La resurrección de Jesús es el hecho más importante de toda la Historia de la Salvación. Es una cuestión fundante, porque en ella está fundada nuestra fe y fundamental porque sin Resurrección sería absurda, y no tendría razón de ser esta fe. Dicho de otra forma, hoy no tendría ningún sentido que nosotros estuviéramos aquí. Si Cristo no hubiera resucitado, la Iglesia no podría anunciar ninguna Buena Noticia de salvación para nadie. San Pablo lo afirma rotundamente: "Si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación ya no tiene sentido. Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos…" (1Co 15, 14; 17; 20). La Resurrección de Jesús es una verdad, a la que de ninguna manera debemos renunciar si nos llamamos cristianos.
En los santos evangelios se describen varios "encuentros" de Jesús Resucitado con sus discípulos:
Jesús se "deja ver", para que salgan de su incredulidad y de su desconcierto.
Este encuentro afecta a la totalidad de sus personas: transforma el miedo en amor por el evangelio; la ignorancia en sabiduría; la debilidad en fortaleza; la tristeza en alegría. (Gal 1,23)
Les descubre los enigmas de la fe: "se les abren los ojos" "ven y creen".
Los distintos encuentros siempre conducen a una llamada a la evangelización "Id y decid", “Id y contad”, “Id y predicad, haciendo discípulos míos, bautizándolos”; este es el encargo de Jesús contenido en los cuatro evangelios, prueba inequívoca de su veracidad. (Mt 28, 18-20; Mc 16,15; Lc. 24,28; Jn. 20,21).
Ellos comprenden que deben vivir diariamente con otro sentido y otra profundidad; el encuentro con el Resucitado es una experiencia larga de vida que transforma a las personas, a ellos y a nosotros. (2Cor 4,10).
También dijo a Tomás: "Tu crees porque has visto. Felices los que creen sin haber visto" (Jn. 20, 29) Estas palabras del Resucitado: "Felices los que creen sin haber visto", nos señalan directamente a nosotros, a los cristianos de hoy que nos seguimos encontrando con Cristo Resucitado. Aunque no lo veamos con los ojos de la cara, los efectos que se producen son exactamente los mismos: somos "felices", porque tenemos la certeza de que creemos en alguien real y no en un fantasma o mago y porque tenemos una esperanza diferente a quienes no creen.

NUESTRA IMAGEN

Allí, sobre el sagrario, donde Cristo vive, se halla la imagen que veneramos de nuestro Cristo Resucitado, fue adquirida por don Salvador García Fernández hacia el año 1958, siendo párroco don Miguel Peinado Martínez, por promesa que tenía hecha sobre la recuperación de la salud de su hija Antonia García García, que se vio afectada por una grave enfermedad cardiaca y hubo de ser intervenida en Madrid. La adquirió, allí precisamente, en Madrid, en la misma casa taller de imaginería religiosa, de la calle de la Cruz, donde apenas unos años antes se había adquirido, por parte de un grupo de jóvenes de la parroquia, guiados por D. Francisco Álvarez Martínez, cura párroco en aquel entonces, la bella imagen de “El Amarrado a la columna” o “Cristo de la Humildad” como los jabalquinteños y jabalquinteñas le denominamos  desde hace ya algún tiempo.
Llegó transportado hasta el pueblo, vía ferrocarril, oculto en un gran cajón de madera que hasta hace muy poco tiempo ha permanecido guardado en la casa, ahora, de mi querido amigo Manuel Jiménez García, nieto de Don Salvador; él mismo, me contó con entusiasmo y nostalgia como los trabajadores de su abuelo con un par de mulas que tiraban de un carro, lo transportaron desde la estación hasta el pueblo.  Nada más llegar  fue presentado en la parroquia para la donación, donde tras su bendición quedó expuesto a la feligresía para su devoción y culto. Aún creo ver cada Domingo de Resurrección a D. Salvador García, ya anciano, sentado entre las puertas de su casa, abiertas de par en par, al paso del Resucitado, agradecido, como queriendo invitarle a pasar y llenar su hogar y el de su familia de VIDA. Desde entonces hasta hoy, Cristo Resucitado, sigue deteniéndose, agradecido, a la puerta de la que fuera su casa.
La imagen realizada en pasta de madera y escayola, representa a Cristo que ha vencido a la muerte tras padecer y morir crucificado. En su mano derecha, prendido a la cruz,  se halla el estandarte con el anagrama de Cristo, apuntando hacia el cielo, victorioso. Sus ojos ahora como en la Cruz miran a lo más alto, hacia el Padre, queriendo indicar a la humanidad entera que lo que más importa no está aquí en la tierra, en lo mundano, sino en la eternidad. Sus manos y sus pies muestran aún las huellas del dolor causado por los clavos que le atravesaron, que hirieron de muerte su humanidad, su ser de hombre. Ya, vencida la muerte, descendido de la cruz ante el dolor de la Madre, María, y el discípulo que más amaba, ascendería, glorioso, cubierto parcialmente con el sudario que le cubrió en el sepulcro, según la costumbre judía.
Con anterioridad a la actual imagen los jabalquinteños y jabalquinteñas de entonces pudieron venerar otra de la que por suerte tenemos algún testimonio fotográfico y que fue destruida en la guerra civil de 1936. Disponemos también, de documentación histórica que atestigua  su existencia y veneración en nuestra parroquia y nuestro pueblo. El citado dato histórico que lo confirma aparece en la nota marginal 114 de la publicación “Historia y señorío de la villa de Jabalquinto” de Pedro A. Porras Arboledas basada en la “Memoria histórica sobre Jabalquinto, reino de Jaén” que manuscribió el benemérito de la patria, Mateo Francisco de Rivas y Soriano y que podemos leer de tal manera: “En 1777 pleitean las cofradías de la Veracruz y la de Jesús Nazareno por sacar la procesión del Resucitado”. Igualmente en el apéndice documental número 422 de esta citada obra se puede leer que “el día 23 de marzo de 1777 se celebra concordia entre las cofradías de la Veracruz y Nuestro Padre Jesús Nazareno en relación con el derecho a sacar la procesión del Resucitado, sobre lo cual habían mantenido diferencias en los últimos años”.
Según he podido contrastar con un amigo de la familia, D. Juan Carlos García Serrano, sacerdote diocesano, experto en derecho canónico, estas concordias, para bien o para mal, terminaban siempre de la misma manera, dando la razón a ambas partes. No es casual, por tanto que por la herencia recibida de aquel entonces, actualmente, sean las propias cofradías, hermandades o grupos parroquiales de nuestra parroquia las que se encarguen de organizar su fiesta y procesionar la imagen por las calles de nuestro pueblo, si bien hace varias décadas, como demuestran las fotografías que en la presentación inicial hemos visto, y que se encuentran expuestas en la Casa de Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno,  lo hiciera esta misma cofradía.
EL CARTEL GANADOR
José Eleuterio González Soriano, artista local, hijo de Eleuterio González y Lucía Soriano, nace en Jabalquinto el 21 de noviembre de 1971.
Terminada su E.G.B. cursa estudios de formación profesional de segundo grado en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Jaén en la especialidad de Delineación Artística.
Su deseo de permanente formación le lleva a realizar numerosos cursos relacionados  con el diseño gráfico y las artes.
Obtiene titulación de Técnico en sistemas microinformáticos en la ciudad de Málaga en el año 2010, ciudad en la que reside ocasionalmente.
Desde su niñez, se sintió atraído por las artes plásticas comenzando a pintar de forma autodidacta sobre cualquier tipo de superficie. Recuerdo haber visto, en mi juventud, alguna de sus pinturas realizadas sobre  las paredes de este mismo edificio, que antes fuera su hogar.

Pepe, como cariñosamente le llamamos sus conocidos y amigos, es un artista polifacético, con un gran dominio y uso de las técnicas y formas del arte de la pintura. Cualquier motivo de escenas cotidianas es digno, para él, de ser plasmado en un lienzo: Un tren a su paso por una estación, unos bañistas en la playa, un árabe tomando el té, el patio de su propia casa o la plaza del pueblo, cuadro, por cierto, del que me enamoré nada más verlo y que con su permiso, como no podía ser de otra manera, me atreví a imitar.
Domina a la perfección, el retrato, dotándolo de un realismo inusual.
Ha expuesto sus trabajos en varios espacios públicos de la vecina ciudad de Linares, en 1997 y 1998 y en otras galerías.
Con el paso del tiempo y la llegada de las nuevas tecnologías se sintió atraído por el arte digital que desarrolla del mismo modo, autodidacta.
En la actualidad, aplicando las nuevas tecnologías a su excelsa creatividad e imaginación, compone auténticas obras de arte mezclando elementos de la vida mundana con personas anónimas, dotándolas de un colorido y equilibrio de formas que logran introducirnos en otra realidad.
Su arte digital, que practica casi a diario, es utilizado por el artista como medio de expresión; como él mismo dice: “Me divierte y me hace feliz”.
Sus obras, presentadas ocasionalmente a diversos concursos: Carteles de ferias famosas (Málaga, San Agustín, etc.), carteles de publicidad y de Semana Santa, principalmente, han obtenido siempre una excelente crítica por su diseño vanguardista, sin abandono de lo clásico, y por su originalidad.
En esta ocasión, ha sido su obra, la elegida, de entre todas las obras presentadas y que sin duda, también habrían sido merecedoras de esta honrosa distinción.
Nos presenta a Cristo Resucitado que emerge y asciende victorioso y glorioso desde la tierra, hoy Jabalquinto, ayer Jerusalén, hacia el Padre.
La promesa de Dios en su plan de salvación ha sido cumplida en Cristo Jesús, su Hijo.
El cielo se desgarra contemplando su ascenso y se ilumina con la luz de la Resurrección, luz que ha de guiar a la humanidad entera en su largo peregrinar hasta el día definitivo del encuentro con Él.
El Resucitado, muestra tomada por su mano derecha, la cruz, símbolo de la muerte que ha sido vencida con la Resurrección; de ella pende el Crismón o representación del cristograma. Bordadas en letras de oro la “Chi” y la “Rho” primeras letras griegas del nombre de Cristo.
Él en su ascensión, clavada su mirada en lo más alto, nos manifiesta la esperanza que hemos de tener de que un día resucitaremos también.
“A quién buscáis, a Jesús el Nazareno, no está aquí, ha resucitado como había dicho” (Mt.28, 6).
¡Abramos las puertas al que resucitó y vive entre nosotros!
¡Abramos el corazón a la VIDA!

Ya para terminar y a la luz de esta esperanza sólo me queda desearos una feliz Semana Santa y una gozosa Pascua de Resurrección.
Gracias por vuestra acogida, por vuestro cariño y por vuestra paciencia.
Buenas noches. 

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